viernes, 18 de octubre de 2013

charquican de mi




Hace unos años atrás , exactamente a principios del 2007 o por ahi, comencé a sentir una extraño pseudo-presentimiento que me hizo creer por hartos meses que iba a morir el día de mi cumpleaños, el día siete del mes séptimo.
Jamás logré comprender como entró esa idea loca en mi mente, solo estaba ahí y yo la asumía como verdadera. Lo que mas me preocupaba era que no hacia nada fuera de lo habitual para compensar el posible cese de mi existencia. Hacía mi vida normal, como si nada.
Por fin llegó la tan esperada fecha, tenia una inmensa convicción que en cualquier momento iba a morir, sin embargo, transcurrió el día y nada sucedió. Me sentí como esos conspiradores que anuncian el fin del mundo y nunca llega.
Después de lo ocurrido jamás volví a considerarlo de nuevo...he pensado que quizás realmente iba a morir ese dia, pero por alguna razón "mi fecha de vencimiento" se aplazó, o tal vez tenía ganas de morir y mi deseo se convirtió en una convicción. Realmente no lo sé.


Había una vez un gato que se puso a vender con una Grande Fortuna.
El gato se hizo conductor de micros y la fortuna revivió.

Todos los días viajo , durante muchos años lo he hecho, de mi casa al liceo , del liceo a mi casa, de mi casa a visitar otras casas, de otras casas a mi casa, de mi casa a la universidad, de la universidad a mi casa... y asi todo.
Después de tantas horas de mi vida dedicadas al traslado, siento que aun no llego a mi lugar de destino. Es como si aun estando inmóvil ,siguiera viajando, a la espera de mi estación.

Con la cabeza apoyada en la ventana y la mirada perdida entre arboles y cerros, veo una belleza incomparable.Es una lastima que pocos sean capaces de apreciarla.

Naturaleza, bendita ella. Malditos nosotros.

Tengo miedo de mi.

Pensé en esa frase y analizándola en profundidad me hace mucho sentido
Somos nuestros peores enemigos, dicen.
El solo hecho de saber que no tenemos 100% el control de nosotros mismos , es una inseguridad que no siempre se tiene en cuenta. Uno  puede conocerse mucho, pero nunca puede tener la certeza de saber como reaccionará frente a determinadas situaciones.
La mente humana es asombrosamente extraña.

Creerte todo y dudar, en silencio.

No le creo a nadie, ¿por qué tendrían que decirme la verdad?
¿por que querrían ser mis amigos?
Nada es cierto, es parte del contexto.
NO ME DIGAS LO QUE SIENTES, PORQUE NADA ES PARA SIEMPRE.
Es una decision completamente mia, y de nadie mas. Hay dias que creo, otros  que no.
Esto es mentira y todo me lo comí.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

aaaplausos nada mas ... eres tan genial e interesante como el universo

Egnecie dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

te mande una señal de humo y no pescaste

ignacia dijo...

Ah si? El ajetreo de la rutina no me permitio percatar.Reenvia.

Anónimo dijo...

revisa la carpeta de mensajes "otros"